miércoles, 2 de septiembre de 2009

Segunda parte del cuento, no esta corregido

Cuento del aula 201 parte II


Pasaron varias semanas de aquel episodio en el aula 201 y Daniel aún no tenía nuevas noticias de su profesor de botánica,;al parecer se había olvidado del asunto de la alquimia, o quizás, luego de ver el desenlace de aquel encuentro habría dado marcha atrás al proyecto. En eso pensaba Daniel y por el momento no se preocupaba mas que por estudiar otras materias, que le gustaban menos, pero debía hacerlo.
En eso estaba hasta que un día Murray se le acercó al terminar la clase de botánica y le dijo que lo esperaba en el aula 201 después de clases, Daniel se puso contento, ya que su profesor no se había olvidado del asunto y por fin iba a enseñarle alquimia.
El resto del día Daniel estaba impaciente, no veía la hora de que llegara el momento de bajar por la misteriosa escalera.
Ya eran las cuatro de la tarde cuando Daniel se dirigió al pasillo, abrió la puerta, bajó las escaleras y encontró el jardín con la fuente en el medio, el aula estaba donde la última vez, extrañamente el atril ya no estaba, pero eso ya no le interesaba al joven, abrió la puerta del aula y adentro lo esperaba Murray.
El profesor lo invitó a sentarse y dio comienzo a la clase, diciendo que lo primero que harían eran algunos experimentos básicos, enseguida le pidió a su alumno que le trajera esencia de mastuerzo y un poco de azufre. Daniel fue al anaquel donde encontró los ingredientes pedidos por su mentor, cuando regresó a donde estaba Murray, éste vertió la esencia de mastuerzo y el azufre en un caldero, revolvió la mezcla y la dejó enfriar, cuando la preparación estuvo lista, Murray pidió a Daniel que la pruebe.
El joven al oír a su profesor tomó un vaso que estaba apoyado sobre el escritorio y lo sumergió lentamente en el preparado; el brebaje tenía un tono naranja y tenía una extraña espuma. Murray repitió que lo bebiera ; al principio Daniel desconfió, pero después lo probó, era una deliciosa bebida. El profesor le dijo que era zumo de mastuerzo, una bebida que antiguamente preparaban los alquimistas, terminado el experimento, Murray dio por terminada la primer clase de alquimia, recordándole a su discípulo que tenía que confiar en él.
Los días siguientes, Daniel concurría a las clases normalmente, sólo los martes tenía clases de alquimia, ya que ese era el único momento en que Murray podía enseñarle; sin embargo el joven disfrutaba sus clases.
Un día Murray se encontró con Daniel en el pasillo y le pidió que lo acompañara al aula 201, diciéndole que tenía algo que mostrarle; al llegar el profesor tomó una espada de madera y le dijo a Daniel que si quería seguir con la alquimia, tendría que enseñarle a defenderse con la espada.El joven aceptó sorprendido, ya que la esgrima era algo que le parecía anticuado y que si alguien querría matarlo se le ocurrían mil formas modernas de hacerlo, pero sin embargo aceptó.
Así pasaron los meses, Daniel pasó de la espada de madera a la de plástico macizo y mas tarde a la de hierro, al cabo de tres meses el joven alquimista era todo un experto, además siguió con sus experimentos y, naturalmente, con sus otras clases que aunque no eran mas interesantes, eran necesarias.
Era una tarde Cuando Daniel se dirigía al aula 201; al llegar se encontró con su profesor de botánica que estaba algo nervioso. Lo recibió y sin perder mas tiempo sacó un caldero y le dijo a su discípulo que debía forjar su propia espada; al oír esto Daniel fue en busca de los materiales necesarios para la tarea.
Cuando los consiguió los echó al cálido recipiente, al terminar la forja obtuvo una reluciente espada, la cual tenía una hoja violeta, producto de alear amatista y cuarzo hialino con hierro y la empuñadura era una aleación del hierro y aragonito. Cuando terminaron la forja de la espada Murray enseñó al joven a hacer bombas de humo, explicándole que pronto las iba a necesitar.
Al terminar la clase el profesor le dijo a su alumno que al día siguiente se encontrarían a la noche, pues tenía una tarea que encomendarle. Terminando de ese modo la clase Daniel se tomó el colectivo y se fue a su casa, cenó y se fue a dormir pensando ¿Qué le pediría esta vez su mentor?.
Al día siguiente el joven se levantó como todos los días, desayunó tranquilo, y se fue a la facultad. El día transcurrió con total normalidad. y al caer la tarde Daniel avisó a su casa que no iría a cenar, porque tenía que hacer unas cosas.
Esperó a que se hiciera la noche y tomó rumbo hacia el aula 201, sin saber que alguien lo seguía, llegó a la fuente y encontró al misterioso profesor con su halcón gigante;; luego de saludarlo, el maestro le dijo que investigara que era lo que estaba pasando en las montañas grises y que evitara que el ciclo de la vida se interrumpiera, para esto lo equipó con la espada, unas bombas de humo y dos pociones.
Al escuchar esto el alumno guardó el equipo en una mochila, montó al halcón y partió al misterioso destino, pero al poco tiempo del viaje sintió que alguien lo abrazaba, cuando se dio vuelta para ver quien era, se encontró con Eurie, esta era compañera de clases de Daniel.
Al llegar a las montañas, Daniel le preguntó a Eurie ¿Por qué estaba allí?, Eurie dijo que hace tiempo que lo estaba siguiendo y que sabía que estaba en algo raro. Ya explicado todo se dedicaron a explorar el lugar. Así llegaron a una cascada que desembocaba en un lago; observaron que un hombre con un extraño báculo absorbía lo que parecían almas de la cascada.
Al ver esto ,los jóvenes buscaron refugio detrás de las rocas, tratando de que el hombre no diera cuenta de su presencia; el plan hubiera resultado, pero a Eurie se le ocurrió tirar piedras para despistarlo y al ser detectados Daniel intentó detener al “capturador de almas”; desenvainó la espada y corrió hacia el extraño hombre y éste, al ver las intenciones del muchacho, se defendió con el bastón entablando así una complicada contienda, hasta que el hombre se cansó y arrojó al piso una poción, logrando que su contrincante se desmaye. Al ver esto Eurie, que se había quedado detrás de las rocas recordó que Murray les había dado bombas de humo. Las tomo y las hizo estallar a fin de que el extraño hombre no la vea. Tomó la espada de la mano de su compañero y cortó a la mitad el báculo, liberando así las almas, que retornaron a la cascada; al ver esto el extrañó hombre escapó.
Ya victoriosa Eurie levantó a Daniel y lo llevó a lomo del halcón de nuevo al aula 201. Murray al ver llegar a Daniel en manos de la muchacha, despertó a Daniel haciéndole oler una mezcla de alcohol y romero. Acto seguido Eurie contó lo acontecido a Murray, quien le explicó a la muchacha todo lo que había visto esa noche y su secreto con Daniel, del cual ella a partir del momento era pare; la alumna prometió guardar el secreto a cambio de que le permitiera acompañar a Daniel en sus clases, a lo que el mentor accedió generosamente.

martes, 11 de agosto de 2009

Cuento del aula 201

Bueno, en esta larga ausencia me senté a escribir y aqui les traigo mi última obra, quiero agradecer a Eugy por las correcciones y por toda la buena onda.

Era una fría tarde de agosto cuando Daniel tocó la puerta del aula, pues el profesor Murray lo había invitado a tomar el té.
Murray era profesor de botánica, sin embargo y en secreto también se dedicaba a la alquimia y hacía mucho tiempo que daba esta materia en la facultad.
Ni bien Daniel entró al aula para buscar al profesor, se encontró con que la clase de botánica aún no había terminado.
Cuando finalizó Murray lo saludó y se dirigieron hacia la cafetería. Ya en la cafetería se sentaron y comenzaron a hablar, Daniel se preguntaba el motivo de la misteriosa invitación, pero decidió no preguntar, en vez de eso se aprestó para escuchar lo que su profesor le contaría.
Luego de unos minutos de silencio Murray se dirigió a su alumno diciendo: imagino que te preguntarás ¿Por qué te he invitado?, mira ya hace tiempo que te observo y creo que tienes facultades para la alquimia, sin embargo no es para hablarte de eso que estoy aquí, sino para advertirte de que la alquimia como todo, tiene sus secretos, muchas personas se han perdido en la interminable búsqueda del elixir la vida, ten cuidado Daniel.
Daniel se quedó en silencio por un tiempo, no entendía muy bien lo que su profesor le decía, sin embargo era verdad que lo intrigaban los caminos de la alquimia y que a veces lo aburrían las clases de botánica, pero asistía a ellas porque sabía que debía cursarlas si quería recibirse, al menos de licenciado en química.
Cuando terminaron de merendar el mentor se despidió de su aprendiz y se fue, Daniel se quedó pensando un momento, pero concluyó que ya era hora de volver a casa.
Al día siguiente Daniel se levantó como todos los días, desayunó y partió hacia la facultad, al llegar se encontró con sus amigos Marcelo y Andrés, que le dijeron que tenían que entrar al aula de sociedad y estado. Al finalizar la clase los tres amigos se encontraron en el pasillo que daba la puerta del aula e iban a emprender la partida hacia las dársenas donde se encontraban los colectivos que los llevarían a sus casas, cuando de repente algo les llamó la atención, al final del pasillo había una puerta, los tres se dirigieron hacia ella. Cuando llegaron, la abrieron y vieron unas escaleras, Marcelo y Andrés miraron sus relojes y se despidieron de Daniel, pues se tenían que ir, Daniel luego de ver irse a sus amigos decidió bajar las escaleras para explorar, al bajar encontró otro pasillo, pero esta vez encontró solo una puerta que decía aula 201, Daniel se acercó y vió que en la entrada había un atril en donde había una lista con nombres, entre los cuales se encontró. Al ver esto Daniel se quedó sorprendido un momento, luego subió las escaleras y se fue a su casa pensando ¿Por qué figuraba en esa lista y que significaba eso?.
Al día siguiente Daniel se levantó un poco mas tarde que lo habitual, ya que no tenía que ir a la facultad, tomó su desayuno y se fue a caminar, se detuvo en una plaza, se sentó en una hamaca y se empezó a hamacar, cuando paró de hamacarse se puso a pensar en lo de la lista del aula 201 y lo que le había dicho el profesor Murray, luego de mucho pensar volvió a casa sin repuestas. Esa noche Daniel casi no pudo dormir, el tema ya lo estaba empezando a obsesionar.
A la mañana siguiente Daniel fue a la facultad, pues tenía clase de química, a Daniel le gustaba esta clase, pues después de todo si quería ser químico le gustaba la química, cuando llegó al establecimiento, le contó a sus amigos lo que había sucedido, estos al escuchar a Daniel decidieron ir a explorar después de la clase de química a la que debían asistir de inmediato, en la clase a Daniel le costó trabajo prestar atención, pues estaba pensando en lo que encontraría dentro del aula 201. Ya finalizada la clase, los tres amigos se abrieron paso por el pasillo central, y luego tomaron por el pasillo al que daba el aula de sociedad y estado y luego a la misteriosa puerta, bajaron las escaleras, pero esta vez no encontraron ni atril ni puerta, solo un jardín, el aula ya no estaba, Marcelo y Andrés no le creyeron a Daniel y se fueron luego de decir que no tenían tiempo para perder. Daniel, ya se estaba por ir cuando vio una tenue luz que brillaba a lo lejos y se dirigió a ella, el camino lo llevó a subir una escalera y allí estaba, el aula 201 se había movido, pero aún tenía el atril que lo mencionaba entre otros nombres que desconocía.
Sin perder un segundo Daniel tomó el viejo picaporte y abrió la puerta del aula encontrando varias mesas y anaqueles que contenían varias pociones que supuso tenían muchos años, siguió investigando, buscaba algo que le explicara ¿Por qué se encontraba en la lista? Cuando vio que alguien entraba en la habitación, Daniel se escondió detrás de unas cajas, la persona que había entrado era de complexión delgada, dedos largos y parecía estar buscando algo en los anaqueles, después de mucho buscar levantó una poción y se la guardó en el bolsillo, cuando se estaba por ir descubrió a Daniel, lo sujetó y le preguntó ¿quien era?, Daniel asustado le contestó que era un aprendiz de alquimista, el intruso sacó un cuchillo de su pantalón lo puso en la espalda de Daniel y le pidió que camine, el intruso estaba detrás de él, se dirigieron hacia el centro del jardín, donde había una fuente, al llegar el intruso le dijo a Daniel que lamentablemente lo tendría que matar después de lo que había visto, alzó el cuchillo por encima del cuerpo del joven y cuando se lo iba a hundir en el pecho, irrumpió el profesor Murray montado en un halcón gigante, desenvainó una espada que había forjado aleando hierro y piedra filosofa fundida y apartó al intruso del joven aprendiz, el intruso se levantó y sacó otro cuchillo un poco mas grande y entabló la escaramuza con Murray, quien era diestro en el manejo de la espada, luego de un arduo y feroz combate que dejó como saldo la muerte del intruso, Murray le sacó la poción robada y preguntó a Daniel si estaba bien y ¿que estaba haciendo allí?, éste último le contó lo sucedido al profesor y le preguntó ¿Quiénes eran los de la lista?, a lo que Murray explicó que esa lista contenía los nombres de las personas que buscando elixir la vida se perdieron, también explicó que quizás halla aparecido por error Daniel en esa lista. Por último Murray le dijo a Daniel que el intruso era una persona que buscaba no morir, a veces la gente se aferra tanto a la vida que morir ya no es natural y el no morir se convierte en una obsesión que te lleva a hacer hasta lo indecible.
Dik.

sábado, 25 de julio de 2009

Facundo por gila

hace cuanto que no escribo, muy pronto volveran a saber de mi.